Traducción al español y revisión de Lucia Hernandez-Pena. Originalmente publicado por David Kosson el 30 de Mayo 2024.
Cuando la gente piensa en mujeres psicópatas, puede que le vengan a la mente programas de crímenes reales como “Las verdaderas mujeres asesinas” o “Deadly Women en inglés”. Los criminólogos han señalado a menudo que cuando las mujeres cometen delitos, especialmente delitos violentos, los medios de comunicación las presentan como «locas» (sus delitos se relacionan con problemas de salud mental) o «malas» (se las considera malvadas y merecedoras de su castigo). Los criminólogos sugieren que esta representación se debe al hecho de que, cuando las mujeres ejercen la violencia, están desafiando sus roles de género femeninos. Se espera que las mujeres sean amables, empáticas, comprensivas, sumisas y pasivas. Cuando las mujeres desafían su papel de género, se las considera «doblemente desviadas» y a menudo se las describe como especialmente atroces (para más información, consúltese Faith & Jiwani, 2015).
Aparte de las representaciones sensacionalistas que hacen los medios de comunicación de las mujeres afectadas por el sistema judicial, ¿existe realmente una diferencia entre las mujeres con rasgos psicopáticos y los hombres con rasgos psicopáticos? ¿Son las mujeres psicópatas más peligrosas que los hombres psicópatas? En primer lugar, los individuos con psicopatía no son necesariamente asesinos en serie, y la psicopatía no equivale a violencia. Los individuos con psicopatía distinguen el bien del mal, pero no se preocupan por el daño que causan a los demás. La psicopatía es una constelación de rasgos de personalidad y conductas como los rasgos interpersonales (por ejemplo, ser engañoso o manipulador), los rasgos emocionales (por ejemplo, carecer de empatía o no sentir culpa por hacer algo malo), los rasgos de estilo de vida (por ejemplo, vivir de los demás, ser impulsivo e irresponsable) y comportamiento antisocial (por ejemplo, cometer delitos y problemas de conducta tempranos como el acoso escolar). Las personas pueden presentar una serie continua de rasgos psicopáticos: algunas presentan muy pocos rasgos y otras muchos.
A efectos de esta revisión, «psicopático» se refiere a personas con altos rasgos de psicopatía. En general, la psicopatía tiende a darse mucho más en hombres que en mujeres. Las investigaciones sugieren que cuando se administra la lista de comprobación de psicopatía revisada, Psychopathy Checklist-Revised en inglés (siglas PCL-R; Hare, 2003) en poblaciones de delincuentes, los hombres tienden a puntuar más alto y se les diagnostica psicopatía con más frecuencia que a las mujeres. Además, los estudios que utilizan cuestionarios de autoinforme de psicopatía en la población general tienden a encontrar que los hombres tienden a puntuar más alto que las mujeres. Debido a la baja tasa de aparición de la psicopatía en las mujeres, la investigación sobre mujeres con muchos rasgos psicopáticos ha sido limitada.
También se ha descubierto que, en general, las mujeres son más propensas a presentar patología “internalizante”, es decir, son más propensas a ser diagnosticadas de ansiedad y depresión. Los hombres son más propensos a padecer trastornos “externalizantes”: tienen más probabilidades de tener problemas de abuso de sustancias, participar en agresiones y ser diagnosticados de trastorno de personalidad antisocial (TPA). Algunas investigaciones han sugerido que podría haber razones biológicas (por ejemplo, diferencias en las hormonas sexuales) o cognitivas (por ejemplo, propensión a actitudes antisociales y violentas) para estas diferencias.
Otras investigaciones han señalado la posibilidad de que existan diferencias de socialización: se espera que los hombres y los niños se abstengan de mostrar emociones y participen en juegos bruscos y violentos (lo que podría fomentar la agresividad). A las mujeres y a las niñas se les anima a mostrar sus emociones y sentimientos, y a ser cariñosas, sensibles, pasivas y consideradas. Estos factores pueden ayudar a explicar por qué la psicopatía se da más en los hombres que en las mujeres; podría haber factores biológicos, cognitivos y sociales en juego que animan a los hombres a ser más propensos a ser agresivos o antisociales.
Sin embargo, cuando se trata de comparar a las mujeres con rasgos altos de psicopatía con los hombres con rasgos altos de psicopatía, los investigadores han descubierto que comparten algunas características básicas. Por ejemplo, ambos son jóvenes cuando cometen delitos, cometen una gran variedad de delitos diferentes y es más probable que victimicen a extraños que otros delincuentes (Hare, 1993; Kosson et al., 2006; Tuente et al., 2014). Es más probable que sus delitos estén motivados por un deseo de beneficio personal, poder y dominación. Tanto a los hombres como a las mujeres con rasgos psicopáticos les molestan menos emocionalmente las cosas que les ocurren, su ansiedad está relacionada con aspectos interpersonales y emocionales de la psicopatía, y tienden a tener problemas de atención (Verona y Vitale, 2018). También tienen áreas similares en el cerebro relacionadas con la experimentación del miedo que están alteradas bajo ciertas condiciones (Maurer et al., 2022). Por lo tanto, estas investigaciones demuestran que las características centrales de la psicopatía parecen manifestarse de manera similar entre los sexos.
Al mismo tiempo, existen pruebas de que la psicopatía puede manifestarse de forma diferente en las mujeres que en los hombres, es decir, en algunas diferencias conductuales notables. Por un lado, se ha sugerido que las mujeres psicópatas son más propensas a utilizar tácticas manipuladoras para conseguir lo que quieren de los demás, como el uso de tácticas de agresión sutiles, menos violentas y más verbales (por ejemplo, con cotilleos; Nicholls y Petrila, 2005). Los hombres psicópatas utilizan la agresión directa más que las mujeres psicópatas (de Vogel & Lancel, 2016). Debido a que su comportamiento agresivo es menos violento físicamente y más a menudo encubierto, las mujeres con rasgos psicopáticos pueden ser menos propensas que los hombres a ser descubiertas (Nicholls & Petrila, 2005).
Las mujeres con altos rasgos de psicopatía también son más propensas a comportamientos suicidas/autoagresivos, utilizan su sexualidad para manipular a otros, son más inestables emocionalmente, más ansiosas y más propensas a desarrollar trastorno por estrés postraumático (TEPT; un trastorno de pánico, ansiedad y, a veces, miedos paranoides, que se produce después de experimentar un evento traumático; American Psychiatric Association, 2013). Cuando las mujeres psicópatas delinquen, tienden a cometer delitos como el robo o el fraude y es más probable que estén motivadas principalmente por los celos o la venganza que los hombres psicópatas (de Vogel y Lancel, 2016).
Las mujeres con rasgos psicopáticos elevados tienden a centrar su agresividad más dentro de la familia y en las relaciones interpersonales. En comparación con los hombres con psicopatía, las mujeres tienden a ser más violentas con los miembros de la familia y en el hogar, infligen menos lesiones graves a las víctimas/superviviente s y tienen menos probabilidades de ser detenidas por su comportamiento violento. Las mujeres con rasgos altos de psicopatía también son más propensas a estar involucradas en la prostitución, demostrar una crianza irresponsable y mostrar un comportamiento violento hacia sus parejas e hijos (Verona & Vitale, 2018).
En comparación con los hombres psicópatas, parece que la inestabilidad emocional es un hecho único en las mujeres psicópatas. A menudo, los hombres psicópatas en prisión son descritos como emocionalmente fríos e insensibles. Tienen lo que se llama «afecto plano», que es lo que ocurre cuando alguien no tiene emoción en su voz; se ha descrito que los hombres psicópatas muestran poca ansiedad, miedo o pánico.
Además, en comparación con los hombres, las mujeres con rasgos psicopáticos tienen más probabilidades de presentar también un diagnóstico de trastorno límite de la personalidad (TLP; un trastorno de la personalidad que se caracteriza por la inestabilidad emocional y es más común en las mujeres). Por ejemplo, Carabellese y colegas (2018) informaron que el 85% de los hombres psicópatas tienen un diagnóstico de TPA (un trastorno de la personalidad que es más común en los hombres, y tiene síntomas que se centran en el comportamiento violento, como cometer delitos, ser agresivo y temerario), mientras que el 80% de las mujeres psicópatas fueron diagnosticadas con TLP. Carabellese y sus colegas (2018) sugieren que, dado que los hombres psicópatas son más propensos a ser diagnosticados con TPA, no es sorprendente que los hombres psicópatas sean más violentos e incumplan leyes que los llevan a ser atrapados. También sugieren que, dado que las mujeres psicópatas son más propensas a ser diagnosticadas con TLP, no es sorprendente que tiendan a ser emocionalmente inestables.
Se ha identificado una diferencia de género similar entre los adolescentes: las adolescentes con altos rasgos de psicopatía parecen ser menos violentas y menos propensas a tener problemas de conducta tempranos que los adolescentes chicos con altos rasgos de psicopatía. Por ejemplo, Linberg y sus colegas (2016) encontraron que las niñas con rasgos psicopáticos son más propensas a tener relaciones interpersonales inestables, a experimentar abuso sexual en la infancia y a victimizar a personas que conocen, y son menos propensas a victimizar a extraños en comparación con los niños con estos rasgos. Esto demuestra que, incluso a una edad temprana, las que se convierten en mujeres psicópatas tienen más problemas emocionales, experimentan más traumas y difieren en las personas a las que atacan.
Hay que hacer una advertencia. Esta investigación no demuestra que las personas diagnosticadas con trastorno límite de la personalidad (TLP) sean psicópatas. Llegar a esta conclusión sería incorrecto y problemático. El TLP es un trastorno completamente distinto que a menudo se diagnostica en personas con antecedentes de abuso sexual o con antecedentes de traumas graves. Algunos expertos han sugerido que debido a la alta comorbilidad entre una historia de trauma grave y trastorno por estrés postraumático (TEPT) en individuos que han sido diagnosticados con TLP, el TLP puede estar relacionado con una colección más amplia de síntomas relacionados con el trauma (Powers et al., 2022). Llegar a la conclusión de que las mujeres con TLP son todas psicópatas es inexacto y estigmatiza a las personas que padecen este trastorno. El TLP ya es un trastorno muy estigmatizado y no debería confundirse con la psicopatía. Más bien, la investigación está sugiriendo que conductualmente, las mujeres con altos niveles de rasgos psicopáticos pueden mostrar comportamientos que se asemejan al TLP y pueden ser más propensas a ser diagnosticadas con TLP. Esto no es lo mismo que afirmar que las mujeres con TLP son psicópatas, y animamos encarecidamente a los investigadores y a la población general a reconocer esta diferencia para minimizar el daño y el estigma hacia aquellas víctimas/superviviente s de traumas que desarrollan síntomas de TLP.
La conclusión es que las mujeres con psicopatía no son más letales y astutas que los hombres con psicopatía (aunque así es como Hollywood las describe). Más bien, las mujeres psicópatas son, de media, más propensas a ser emocionalmente inestables y menos propensas a ser violentas que los hombres psicópatas. Aunque existen importantes puntos en común entre hombres y mujeres psicópatas, también hay pruebas sustanciales de diferencias de género que es importante tener en cuenta.
Para más información sobre este tema, consulte:
Fournier, L. F., & Verona, E. (2022). Psychopathy, trauma, and PTSD symptoms: Theory and evidence. In J. E. Vitale (Ed.), The complexity of psychopathy (pp. 201-234). Cham: Springer Nature.
Verona, E., & Vitale, J. (2018). Psychopathy in women: Assessment, manifestations, and etiology. In C. J. Patrick (Ed.), Handbook of psychopathy (2nd ed., pp. 415-436). The Guilford Press.
Referencias:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). American Psychiatric Publishing.