Probablemente solo una víctima de un psicópata es capaz de entender completamente este post. Aquellos que nunca han experimentado este tipo de sufrimiento probablemente no verán nada más que palabras. Pero estas no son palabras huecas.
Esta es una perspectiva de un sobreviviente; el siguiente texto describe solo mis sentimientos. Es crucial recordar que todos pueden tener diferentes sentimientos, y mis métodos no tienen que ser efectivos para todos. No pretendo que todos nos sintamos de la misma manera. Solo quiero compartir mi experiencia.
Mi sufrimiento como víctima de un psicópata fue enorme. Ese sufrimiento desgarró mi alma en un millón de pedacitos. En lo que consistía principalmente era en levantarme cuando en realidad no me había movido ni un centímetro; reunir toda mi energía y lo que queda de mi fuerza para seguir adelante como si nada hubiera pasado; estar vivo cuando estaba emocionalmente muerto; perder la esperanza en un mañana mejor. Lo llamé ‘la muerte del alma’ que de hecho es un sentimiento de pérdida de su sentido de identidad.
Este tipo de sufrimiento era para mí una mezcla de depresión, trastorno de estrés postraumático complejo (cPTSD) y adicción. Probablemente cuanto más dura la relación con la personalidad psicopática, más fuerte es el apego al abusador. Cualquier intento de liberarme de él fue otra dosis inimaginable de dolor. Eso es todo lo que sentí. No quiero minimizar nada de eso. Sufrí mucho.
Me parece que la dificultad de separarse de un individuo psicópata proviene de la forma en que la víctima está asediada y es adicta al abusador. Muchas personas piensan que la violencia doméstica es evidente y abierta, pero cuando estás en una relación con un individuo disfuncional no es tan obvio. Todo lo que hace un abusador es encubierto, discreto, oculto y disfrazado, y, lo más importante, los comportamientos abusivos se dosifican, y los comportamientos patológicos se mezclan con los saludables. Cada vez después de un brote de violencia un psicópata se pone una máscara de cordura, él es bueno o malo por turnos, y eso hace que la víctima crea que su ser querido está perdido, y ella debe ayudarlo.
El sufrimiento es el resultado de la manipulación de un individuo psicópata, la explotación, la iluminación de gas y el hecho de que nunca cambiará, empuja los límites de la víctima con el tiempo, haciéndola mental, física, espiritual y emocionalmente devastada, lo cual es tan traumático que puede tomar años para recuperarse. Sobre todo, no perdáis la esperanza. El tiempo cura todas las heridas.
Sufrí durante la relación e incluso cuando me liberé (y no estamos hablando de una ruptura normal, sino de correr como el infierno y nunca mirar atrás) ese sufrimiento no se curó durante mucho tiempo. Creo que el sufrimiento durante la relación con un psicópata se manifiesta en la desaparición mental, perdiéndose a sí mismo y muriendo muy lentamente junto a un hombre que carece de empatía y remordimiento. El sufrimiento después de una ruptura se asocia con la activación de una fuerte respuesta a la adicción, similar a la adicción a la heroína.
Cuando se trata del sufrimiento creo que no es una buena idea fingir que nunca sucedió. Los recuerdos, especialmente los traumáticos, permanecen en nuestra mente y pueden pasar a primer plano en el momento menos esperado. Lo experimenté muchas veces. Procesar eficazmente este dolor es la mejor manera de lidiar con su carga. Esto significa una buena terapia enfocada en trabajar con la víctima o sobreviviente de abuso psicopático. Creo que aprender a vivir con el pasado es otro asunto. Traumas recurrentes, flashbacks, pesadillas pueden durar mucho tiempo. Si quieres detenerlos, tal vez no valga la pena luchar contra ellos. Necesitas entenderlos, perdonarte a ti mismo, y encontrar la manera de aceptar tu pasado. Una buena manera de lograrlo es cambiar su enfoque, los dolorosos recuerdos pueden traer de vuelta el dolor del pasado, y los flashbacks son tan reales que parece que está sucediendo, aquí y ahora, a pesar de que sucedió hace mucho tiempo. En lugar de dejar que te consuma, podrías tomar algunas respiraciones profundas, y luego distanciarte del dolor y seguir diciéndote: ahora estoy a salvo. Aferrarse a la esperanza de que ocultar sus traumas dentro de sí mismo, bloquearlos y fingir que nada sucedió los hará desaparecer puede un día resultar en que su represa mental estalle, lo que a su vez podría envolver su alma con dolor acumulado durante mucho tiempo y sin procesar que tiene que encontrar la liberación tarde o temprano.
Escrito por un Sobreviviente
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