El cerebro empático de los psicópatas: la empatía desde las ciencias sociales a las neurociencias: resumen por la autora, Dra. Josanne van Dongen

11 de junio, 2020 por David Kosson

Una copia del nuevo artículo de la Dra. Van Dongen, “El Cerebro Empático de los Psicópatas: la Empatía desde las Ciencias Sociales a las Neurociencias” está disponible en la pagina de miembros de este sitio web. La Dra. Van Dongen preparó este resumen de su artículo.

La Dra. Van Dongen es profesora adjunta del Departamento de Psicología Forense en la facultad de Psicología, Educación y Estudios Infantiles, en la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Rotterdam, Holanda.

La revisión de este artículo tiene como objeto entregar una visión general de nuestro conocimiento actual del papel de la neurociencia en el estudio de la empatía en personalidades psicopáticas. Lo primero que hace el artículo es arrojar luz respecto de temas conceptuales relacionadas a la naturaleza de la empatía y conceptos asociados. Luego examina diferentes estudios de los circuitos neuronales implicados en la empatía. En segundo lugar, realiza una breve revisión histórica de la psicopatía como constructo al igual que de los diferentes modelos teóricos de este síndrome de trastorno de personalidad. En la tercera sección, se encuentra una revisión de la evidencia empírica de la psicopatía y se introduce el concepto de psicopatía, lo que demuestra la importancia de la neurociencia social en la comprensión de este constructo. Finalmente, en la cuarta parte, la autora plantea una nueva forma de usar la neurociencia en el estudio del “cerebro empático” de los psicópatas.

En esta revisión, la autora dice que la empatía es una habilidad humana crucial. Ésta es definida como la capacidad natural de compartir, comprender, y responder con interés a los estados afectivos de los otros, y pareciera tener un papel importante en las interacciones sociales no sólo en los seres humanos, sino también en otras especies. Más aún, se piensa que la empatía juega un rol fundamental en el desarrollo de la conducta prosocial y la inhibición de la conducta violenta y se ha encontrado que es fundamental en la formación de un sentido de moralidad. Una revisión de la literatura respecto de la empatía a lo largo de varios siglos, muestra que la empatía es a veces confundida con, o usada en forma intercambiable con otros conceptos, tales como la compasión y la conmiseración. Una diferencia importante es que la empatía no sólo incluye la empatía dirigida al otro (por ejemplo, la preocupación empática), sino también las respuestas auto orientadas (por ejemplo, distrés emocional y contagio emocional). De esta forma, la empatía es diferente de la compasión y la conmiseración en el sentido que incluye sentimientos que son similares a los sentimientos que la otra persona tiene y no simplemente el saber cómo se siente la otra persona.

Se piensa que el déficit en las habilidades empáticas, especialmente en la parte afectiva (sentimientos) de la empatía, tiene un rol importante en la personalidad psicopática. Las ciencias sociales y conductuales han estudiado tradicionalmente las habilidades empáticas con métodos conductuales, pero los trabajos recientes en neurociencias comportamentales han comenzado a dilucidar el sostén neuronal del procesamiento de la empatía en relación a la psicopatía. En esta revisión, se trata el conocimiento actual de la neurociencia social de la empatía y una visión amplia de los mecanismos neuronales que subyacen a la empatía en la personalidad psicopática. Más aún, se argumenta que clasificar a las personas en base sólo a la conducta explícita no es lo ideal. Tales clasificaciones tienen el riesgo de fracasar en la identificación de mecanismos importantes que subyacen a la psicopatía. Por lo tanto, la revisión del artículo propone un enfoque bio-cognitivo. Este es un enfoque en el cual usamos información de diferentes niveles de análisis (tanto del nivel de la respuesta fisiológica como del nivel del comportamiento) para identificar las nuevas categorías en las que se pueden agrupar los sujetos. Este enfoque permite una mejor comprensión de las disfunciones subyacentes (neurobiológicas). Por lo tanto, estas nuevas categorías pueden ser más eficaces para guiar las intervenciones a realizar en el tratamiento.

En opinión de la autora, la futura comprensión del cerebro social de los psicópatas se encuentra en el estudio de las complejas redes neuronales del cerebro en combinación con el uso de otros niveles de información (por ejemplo, información genética y cognitiva). Basado en información obtenidas de los tres niveles de análisis, se pueden hacer perfiles de sujetos que pueden ser usados para guiar intervenciones personalizadas de tratamiento informadas por las neurociencias que tengan como objetivo final reducir la conducta violenta en sujetos con rasgos psicopáticos. Para avanzar en esto, hay una necesidad de un nuevo enfoque en el estudio de los mecanismos complejos tales como como la empatía en la personalidad psicopática. La autora sugiere que la nueva forma debe basarse en marcos que subrayen la necesidad de integrar múltiples niveles de tipos de datos, incluyendo la información neurobiológica para clasificar la personalidad psicopática. Al hacer esto, se logra un enfoque médico más preciso (o personalizado) que llevará a una estrategia de tratamiento que puede guiar a las ciencias sociales, incluyendo la psicología, en el desarrollo de nuevas y efectivas intervenciones en el caso de la psicopatía.

Traducido por Elizabeth León Mayer